Salmos 112:4
Aun en la oscuridad amanece la luz para los rectos, para los que son misericordiosos, compasivos y justos.
Perspectivas de las Escrituras
En un mundo donde el mal parece salirse con la suya, las vidas destrozadas y las circunstancias caóticas son demasiado comunes en nuestras comunidades. La pregunta es, ¿podemos los cristianos darnos el lujo de ser intrascendentes para el mundo que nos rodea cuando proclamamos que nuestro Dios es bueno, misericordioso y compasivo?
Al leer el Salmo 112:4, podemos darnos cuenta de que, así como Dios desea que seamos como él en nuestro ser, también es su deseo que seamos como él en nuestras acciones. Por lo tanto, ser misericordiosos, compasivos y justos deben ser una parte integral de nuestra vida santa, así como lo son la naturaleza intrínseca de nuestro Dios, expresada claramente en los Salmos 111 y 112. Es como el dicho: "¡De tal padre, de tal hijo!"
Sabemos que Dios está activo en poner orden en el mundo caótico y desordenado que nos rodea mediante actos de redención y compasión. Nosotros, como pueblo de Dios, necesitamos ser guiados por su luz en estos días oscuros para que podamos ser activos en alcanzar y bendecir a nuestras comunidades con ministerios encarnados, tangibles y compasivos que traigan un cambio transformador y eterno a todos.
Oración de hoy
Nuestra oración hoy es triple: 1) Que seamos iluminados por su luz para ser una bendición para todos, incluso en nuestros momentos más oscuros; 2) Que seamos intencionales en bendecir a nuestras comunidades; y 3) Que lo hagamos con alegría.
—Pascal Permis
Facilitador de Ministerios Haitianos, Región EE.UU./Canadá, Iglesia del Nazareno
