Colosenses 1:28
A Él anunciamos, amonestando y enseñando a todos con toda sabiduría, para presentar a cada uno plenamente maduro en Cristo.
Perspectivas de las Escrituras
Es a Él a quien proclamamos. Jesús. Alfa y Omega, principio y fin. Nuestro Buen Pastor, la luz del mundo, la resurrección y la vida. A Él proclamamos.
Aunque la identidad de Jesús se define en gran medida por la naturaleza de su vida, se comprende más claramente a través de su muerte y resurrección. Es lo que proclamamos. En la cruz, Jesús absorbió toda la fuerza de la oscuridad y la convirtió en un movimiento de amor divino. En la cruz, Jesús abrazó toda la gama del pecado humano y la atrajo hacia una esfera de gracia divina. En la cruz, Jesús se sometió a la voluntad del Padre y, a su vez, liberó a muchos cautivos.
La cruz no es el final. Al contrario, es el comienzo de la fe; muestra la extensión de la gracia y revela el amor inagotable de Dios por la humanidad. La tumba vacía demuestra que las tinieblas no pueden vencer a la luz. Sin la resurrección, la cruz sería un callejón sin salida.
La resurrección es el amanecer de una nueva mañana y la esperanza de más por venir. Anunciamos al Señor crucificado y resucitado, que nos sostiene como pan de vida, para que cada persona madure en Cristo. ¡Es a Él a quien proclamamos!
Oración de hoy
Señor, ven hoy a nosotros. Guíanos por tu Espíritu vivificante hacia toda la verdad, para que podamos encontrarte mientras meditamos en tu Palabra. Danos el poder de dar testimonio de tu poder dondequiera que vayamos.
-Simone Twibell
Profesora adjunta de Estudios Interculturales, Olivet Nazarene University (Illinois)
