Mateo 28:18-20
Jesús se les acercó y les dijo: "Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado. Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Perspectivas de las Escrituras
No basta con amar a Dios. El deseo de nuestros corazones debe ser vivir la vida en obediencia a los mandatos directos de Jesús. La escritura de hoy capta la relación y la transferencia de autoridad del Padre a Jesús, quien modeló una vida en obediencia al corazón del Padre. En su autoridad, Jesús nos dio órdenes directas de ir, hacer discípulos, bautizar y enseñar. Jesús es la puerta de la gracia que nos da acceso al Dios que hizo posible que su Espíritu habitara en nosotros.
Mi padre fue militar, y esa experiencia formó su visión del mundo y su relación con el Padre. He tenido el placer de verle vivir bajo la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo desde que yo tenía cinco años. ¿Conoce a alguien que viva según la necesidad de saber, confiando en la guía del Espíritu Santo, especialmente en el contexto de las relaciones y el discipulado? El discipulado tiene lugar en el contexto de las relaciones, y las relaciones se mueven a la velocidad de la confianza.
Que la profundidad de nuestra relación con el Espíritu Santo influya en nuestras relaciones con los demás. Que vivas la vida sobre la base de la necesidad de saber, bajo la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque sólo el obediente puede enseñar a los demás a obedecer.
Oración de hoy
Jesús, tú eres la puerta de la gracia que nos da acceso a la gloria del Padre. Por tu ejemplo, Jesús, y el don de tu Espíritu Santo, ayúdanos a amarte, a confiar en ti y a obedecerte, para que seamos conocidos por el amor
-Irene Lewis-Wimbley
Misionera en plantilla, Primera Iglesia del Nazareno de Pekin
Directora, Southside Community Center (Illinois)
