Colosenses 3:12
Por tanto, como pueblo elegido por Dios, santo y amado, revestíos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia.
Perspectivas de las Escrituras
"La ropa hace al hombre". Al menos, eso es lo que decía mi padre cuando llegaba la hora de vestirse. Lo que yo no sabía era que estaba citando a Mark Twain, que parafraseaba a Shakespeare, que citaba a Erasmo, que parafraseaba a Homero. ¿Quién iba a decir que la ropa de vestir se remontaba al siglo VII a.C.?
Nos guste o no, la literatura científica y nuestra propia experiencia personal demuestran que lo que vestimos influye en cómo nos perciben los demás. En el mundo athleisure en el que vivimos, este tipo de investigación parece anticuada, pero fíjate en esto: en los estudios científicos, la persona con la bata blanca de laboratorio obtiene mejores resultados que la igualmente cualificada vestida de paisano. En realidad, esto tiene todo que ver con bendecir a nuestra comunidad. La forma en que nos presentamos influye en la manera en que los demás nos perciben.
No estoy sugiriendo que nuestra vestimenta nos hará mejores siervos de Cristo, pero nos animo a escuchar las palabras de Pablo en Colosenses 3 de "vestirnos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia". Cuando nos "vestimos" de esta manera, es evidente que realmente somos, como dice Pablo, "santos y muy amados." Cualquiera que sea la vestimenta que uses, vístete con el fruto del Espíritu. Entonces serás una bendición en tu comunidad.
Oración de hoy
Señor Jesús, que te has revestido de carne para llegar hasta nosotros, permítenos revestirnos de tu justicia, para que seamos una bendición para nuestras comunidades.
-Sam Barber
CotN Superintendente de distrito, South Central Ohio
