Juan 21:12-13
Jesús les dijo: "Venid a desayunar". Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: "¿Quién eres?". Sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado.
Perspectivas de las Escrituras
Jesús es un maestro en tender trampas a la gente. En la escena más amplia en la que encontramos nuestros versículos de hoy, los discípulos habían estado fuera toda la noche haciendo lo que mejor sabían hacer: pescar. Ya fuera por la incertidumbre de su futuro propósito o simplemente por la necesidad de comer, después de la muerte de Jesús volvieron a hacer lo que sabían. Aunque habían pescado toda su vida, esta vez fue un fracaso. Entonces apareció Jesús, les dio instrucciones y convirtió el fracaso en un éxito arrollador.
Jesús los estaba preparando para reintroducir su propósito para el resto de sus vidas. Como había hecho tantas veces antes, Jesús invitó a sus amigos a unirse a él en la fracción del pan, donde se comprometió con Pedro. Pedro, si me amas, apacienta mis ovejas. Pedro, si me amas, sígueme.
Jesús sigue invitándonos hoy a ti y a mí con el mismo propósito: primero, a unirnos a él en íntima comunión; después, a seguirle en su misión de amar a los demás y bendecirlos de manera práctica para compartir la buena nueva de la salvación plena. Que seamos obedientes.
Oración de hoy
Padre, mientras Jesús nos atrae a la comunión y a la misión, que tu Espíritu nos capacite para responder en obediencia y nos dé poder para amar y bendecir a los que nos rodean a través de nuestras obras y palabras. Deseamos profundamente dar mucho fruto mientras permanecemos en Cristo.
-Steve Ottley
CotN Superintendente de distrito, Canadá Central
