Marcos 10:45
Porque tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
Perspectivas de las Escrituras
La muerte en cruz era una forma de ejecución que los romanos utilizaban para intimidar a los pueblos que habían conquistado y aterrorizarlos para que se sometieran. Era una forma muy dolorosa de morir. Pero también era degradante. No sólo querían hacerte sufrir, sino también despojarte de tu honor. Como tal, la cruz era símbolo del imparable poder militar del Imperio Romano y símbolo de vergüenza y humillación para quienes eran sus enemigos.
Pero Jesús cambió el símbolo. Jesús eligió la cruz. Murió porque su obediencia le llevó hasta allí. Puso su vida como rescate por muchos. Jesús tomó el símbolo del poder crudo del César y lo hizo hablar del amor sacrificial de Dios. Tomó el símbolo de la vergüenza y la humillación y lo hizo hablar del servicio y la salvación. " Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dio el nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua reconozca que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:9-11).
Cuando Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, fue una forma de decir que este camino es mejor. La resurrección reivindicó el camino de la obediencia que Jesús había elegido y declaró que el verdadero camino de la vida es aquel que deja de aferrarse y empieza a dar. El amor sufriente y el servicio a "los más pequeños" (véase Mateo 25:40) pueden parecer un paso hacia abajo, pero en el reino de Dios hay que bajar para subir. El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo toma la humillación y la convierte en exaltación.
Oración de hoy
Padre, gracias porque la muerte y resurrección de Jesús nos muestran que la vida más grande es la que se da por el bien de los demás. Ayúdanos a poner nuestras vidas al servicio de tu Reino.
-David A. Busic
Superintendente General, Iglesia del Nazareno
